En el libro «El arte de lo posible», de Rosamund Stone Zander y Benjamin Zander. Allí mencionan un viejo acertijo, los nueve puntos en una página. Ellos lo enfocaron de una nueva manera, que es útil para ilustrar la importancia de cambiar nuestra forma de pensar. Primero, quiero que te familiarices con el acertijo.
El reto consiste en unir los nueve puntos de abajo mediante cuatro líneas rectas sin levantar el lápiz o el bolígrafo del papel. Si nunca lo has visto antes, inténtalo.
¿Pudiste hacerlo? A la mayoría de las personas le cuesta trabajo encontrar la forma de hacerlo. ¿Por qué? Porque no rompen los esquemas, pues la única manera de resolver el problema es cambiar la forma de pensar y apartarnos de esos esquemas de pensamiento que nosotros mismos nos imponemos.
Los Zanders afirman: Los límites que nuestra mente crea definen, y restringen, lo que percibimos como posible. Cada problema, cada dilema, cada callejón sin salida al que nos enfrentamos en la vida, solo parece irresoluble dentro de un marco o punto de vista particular. Si se agrandan los límites, o se crea otro marco alrededor de los datos, los problemas se desvanecen y surgen nuevas oportunidades.
Si piensas que no puedes cambiar el mundo, tus suposiciones entonces te confinan dentro de ciertos límites. Los Zanders argumentan que las suposiciones que hacemos a menudo restringen nuestro pensamiento y por lo tanto limitan nuestras posibilidades, pero también explican cómo podemos cambiar:
Tú puedes cambiar el marco [de tus creencias y pensamiento] por uno cuyos supuestos subyacentes permitan las condiciones que deseas. Deja que tus pensamientos y acciones surjan de un nuevo marco y verás lo que sucede.
LAS SUPOSICIONES QUE HACEMOS
A MENUDO RESTRINGEN NUESTRO
PENSAMIENTO Y POR LO TANTO
LIMITAN NUESTRAS POSIBILIDADES.
Si todavía no sabes la solución del acertijo de los puntos, aquí la tienes. Debes extender las líneas más allá de los límites que puedes haber impuesto arbitrariamente alrededor de los puntos. Tienes que cambiar tu forma de pensar.
Gandhi expresó: «Para que las cosas cambien, yo debo cambiar primero». Cambiar tu mundo requiere un cambio similar en tu pensamiento. Debes poner en duda tus suposiciones, dejar de creer que no puedes o no debes tratar de cambiar tu mundo y asumir que puedes y debes hacerlo. Necesitas creer que puedes hacer algo respecto a los problemas que ves. Debes creer que puedes marcar una diferencia independientemente de quién seas, dónde estés y las condiciones que tengas. Necesitas tener esperanza.
ENTONCES, APROVECHA TU ESPERANZA
No se puede sobrestimar la importancia de la esperanza real y activa para cambiar el mundo. Jonathan Sacks, en su libro La dignidad de la diferencia, escribió: «Una de las diferencias más importantes que he notado durante la reflexión sobre la historia judía es la diferencia entre el optimismo y la esperanza. El optimismo es la creencia de que las cosas serán mejores. La esperanza es la fe de que, juntos, podemos mejorar las cosas. El optimismo es una virtud pasiva; la esperanza es activa. No se necesita valor para ser optimista, pero se necesita mucho valor para tener esperanza». Casi todos estarían de acuerdo en que el optimismo es mejor que el pesimismo, pero la idea de que la esperanza es superior al optimismo es fabulosa.
Quiero invitarte a alcanzar ese nivel superior de pensamiento, más elevado que el pesimismo y el optimismo. Te invito a convertirte en una persona llena de esperanza. Quiero motivarte a convertirte en alguien que posea una cantidad adecuada de descontento positivo, que crea que el mundo puede cambiar, y que sepa que puede ser una parte importante de ese cambio. Te exhorto a que. . .
«EL OPTIMISMO ES LA CREENCIA DE
QUE LAS COSAS SERÁN MEJORES.
LA ESPERANZA ES LA FE DE QUE, JUNTOS,
PODEMOS MEJORAR LAS COSAS».
—JONATHAN SACKS
Extraído de:
Maxwell, John C.; Hoskins, Rob; Hoskins, Rob. Cambie su mundo (Spanish Edition)